Champagne
¿Qué es el vino de Champagne?
Los vinos de Champagne son aquellos producidos exclusivamente de uvas cultivadas, vendimiadas y elaboradas como vino en la región de Champagne, zona delimitada de Francia. Las uvas utilizadas para elaborar vinos de Champagne poseen unas características únicas que no se encuentran en ningún otro lugar del mundo, dada su particular geografía, terreno y clima propios de la región delimitada Champagne.
Los vinos de Champagne se elaboran a través de fermentación natural en la botella, de acuerdo a estrictos criterios definidos por el marco regulador Champagne, que contemplan todos los aspectos de la elaboración de vino.
Como elegir un Champagne
Se debe de leer siempre la etiqueta para estar convencidos de que el Champagne elegido es auténtico. Debe de destacar el origen del vino y como fué elaborado, y contener la siguiente información de forma obligatoria
- Nombre del productor o de la empresa, seguido por el nombre de la comuna donde el productor se halla registrado (además de los datos de la empresa comercializadora en caso de que sea distinta), así como el país de origen (Francia).
- El número de registro y código que le ha sido adjudicado por el Comité Champagne, precedido de dos iniciales que indican la clasificación del elaborador.
- Código de barras (a veces impreso en la botella).
- Contenido de alergénos (dioxido de azúfre, sulfitos, etc. – algunas veces mencionados en la parte trasera de la etiqueta).
- El aviso “Beber alcohol, incluso en pequeñas proporciones, si se halla embarazada puede perjudicar al feto”.
- El símbolo punto verde que indica que el tratamiento de residuos del empaquetado está financiado por productores y detallistas.
- Cuando sea apropiado, el año del vintage y otros detalles específicos relativos al tipo de cuvée (si es un Blanc de Blancs, Rosado, Blanc de Noirs, etc.)
- El productor puede también detallar otro tipo de información adicional como las variedades utilizadas, la fecha de degüelle, características sensoriales, sugerir maridajes, etc.
“El dosaje” es la etapa final antes de proceder al taponado. Consiste en añadir una pequeña cantidad de “licor de expedición” al vino. El licor de dosaje contiene en general de 500 a 750 grs. azúcar por litro. La cantidad que se añade depende del estilo del Champagne:
- dulce : más de 50 grs. De azúcar por litro
- semi-seco 32-50 grs. Azúcar por litro
- seco 17-32 grs. De azúcar por litro
- extra seco extra seco 12 a 17 grs de azúcar por litro
- brut menos de 12 grs de azúcar por litro
- extra brut de 0 a 6 grs de azúcar por litro
- “Brut nature“, “pas dosé” ou “dosage zéro” son denominaciones que indican que el dosaje es de 0 o menos de 3 grs. de azúcar por litro.
¿Blanco o rosado?
Blanco
Muchos vinos de Champagne están hechos a partir de una mezcla de uvas negras y blancas. A través de un prensado suave y sin contacto con la piel de la uva, el resultado es un vino blanco. Los vinos de Champagne denominados Blanc de Blancs son el resultado de haber utilizado únicamente uva blanca (Chardonnay) y los denominados Blanc de Noirs de haber utilizado uvas negras (Pinot Meunier, Pinot Noir). Los vinos se vuelven más oscuros (más dorados) con el paso de los años.
Rosé
El Champagne rosado es normalmente el resultado de haber añadido vino tinto al vino blanco. Algunos productores utilizan también el metodo saignée que conlleva que el jugo de la uva tinta haya estado en contacto con la piel por un corto periodo de tiempo. Durante esta corta maceración el pigmento de color se desprende de las pieles.
Las botellas de Champagne
Champagne es la única denominación de origen que utiliza una tan amplia variedad de formatos en sus botellas, algunos por su funcionalidad y otros para marcar el espiritu festivo de algunos acontecimientos
La clásica botella de Champagne tiene una capacidad de 75 cl y un magnum contiene exactamente el doble de vino (1,5 l.) lo que lo hace muy indicado para fiestas o reuniones numerosas. Para las grandess ocasiones existen otros formatos, que llegan a tener el contenido del equivalente de 36 botellas tradicionales.
Las mayores y mas excepcionales de estas botellas “fuera de medida” son la Solomon y la Primat, cuyas estadísticas nos sorprenden hasta no dar crédito
- Solomon: capacidad de 18 litros (equivalente a 24 botellas) con un peso de 43 kgs. Una altura de 85 cm. Y un diametro de 23 cm
- Primat capacidad de 27 litros (equivalente a 36 botellas), con un peso de 65 kgs, una altura de 100 cm. Y un diametro de 26 cm.
Enfríado
Mantener el Champagne en la nevera puede adormecer los aromas y sabores, por lo qué es mejor enfríar de forma rápida con una cubitera de hielo. (Sumerja la botella en una mezcla de agua y hielo, y conseguirá la temperatura adecuada en 15-20 minutos).
El Champagne es mucho mejor cuando se bebe frio, pero no helado. Si está demasiado frio, no se podrá apreciar la complejidad de los aromas y los sabores. Contra más joven es el Champagne más frio debe de servirse (8º). Los Champagnes más maduros o de añada son perfectos cuando se sirven a 10º.
Apertura
Quitar el alambre. Sujetar la base de la botella con una mano y con la palma de la otra mano sujetar el corcho y dar una vuelta a la botella. El corcho saldrá de forma natural.
La forma y condición del corcho nos ofrece información de cuanto tiempo el vino ha pasado en botella. Si el corcho se ha ensanchado en la base significa que la botella es joven y el corcho todavía mantiene su elasticidad. Si el corcho se ha encogido en la base quiere decir que la botella es de mayor antiguedad.
Las burbujas tambien nos demuestran la edad del vino. A lo largo del tiempo las burbujas se disipan de forma gradual, hasta que desaparecen. Los vinos muy antiguos no disponen de efervescencia, lo que no significa que no ofrezcan un sabor complejo lleno de placeres.
Contrariamente a lo que se cree de forma popular, una cuchara de plata colocada en el cuello de la botella no conserva la efervescencia del vino. Únicamente un tapon adecuado al Champagne podra conservar las burbujas y mantener el vino en condiciones trás su apertura, aunque se recomienda consumirlo no más tarde de 24 horas tras haberlo abierto.
Como servir el Champagne
Para apreciar el Champagne en toda su complejidad debe ofrecérsele a este vino la copa que merece. Su volumen y altura deben ser suficientemente grandes para permitir que las burbujas encuentren su espacio y puedan subir a la superficie. La forma ideal es la de la copa tulipa, una copa muy adecuada, y deben evitarse las copas planas ya que los aromas y las burbujas se pierden rápidamente en el aire.
Lo mejor para las copas de Champagne es que hayan sido simplemente aclaradas (sin usar jabón) en agua caliente y que sequen boca abajo de forma natural. Los detergentes y los paños para secar dejan partículas en el cristal y pueden impedir la formación de burbujas, al tiempo que afectar los aromas y sabores del vino.
Degustando
Se debe de llenar una copa tipo tulipa hasta la mitad. Así puede moverse el vino alrededor del interior de la copa, dejando en libertad mas aromas y sabores.
Ante todo hay que observar el aspecto del vino. Es brillante y tiene destellos o es mate? Debe de ser brillante, ya que normalmente un vino mate tiene algún defecto. Después debe mirarse el color. Como regla general los vinos más viejos son más dorados que los más jóvenes.
Una vez que la efervescencia inicial se haya calmado, hay que llevarse la copa a la nariz. Inhalar lentamente y durante un momento, después volver a hacerlo. Finalmente tomar un sorbo. Hacerlo rodar en el interior de la boca, paladeando no únicamente su sabor pero también su textura y consistencia (esta vez con un largo sorbo). A partir de ese momento la degustación incluye el tragar, tratando de recordar la huella del vino en nuestro paladar. El final en boca es una indicación de la calidad, como más largo es el final mejor es el vino.
Fuente: www.champagne.com